El hierro es un elemento químico que rara vez está en estado puro (suele estar formando compuestos). En condiciones minerales suele hallarse en hematites, magnetita, limonita, pirita, etcétera.
En cambio, el acero no es un elemento químico sino una mezcla de hierro y otros elementos químicos, es decir, una aleación metálica. Esta mezcla se comporta como si fuera un solo material, debido a que no se dan reacciones químicas de ningún tipo entre sus componentes.
Además, el acero es duro, bastante dúctil, muy maleable y resistente, mientras que el hierro es también maleable, pero menos duro. Esta es la principal razón por la cual existe el acero: para compensar las debilidades de su metal madre a través de la incorporación de carbono, que le ofrece mucha dureza al material resultante.